Concepción alternativa (II)

Fragmentos recuperados de la obra mítica Niconomicón.

Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron criados, el día que Xena hizo la tierra y los cielos,
Y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciese: porque aun no había Xena hecho llover sobre la tierra, ni había mujer para que labrase la tierra;
Mas subía de la tierra un vapor, que regaba toda la faz de la tierra.
Formó, pues, Xena á la mujer del polvo de la tierra, y alentó en su nariz soplo de vida; y fué la mujer en alma viviente.
Y había Xena plantado un huerto en Edén al oriente, y puso allí á la mujer que había formado.
Y había Xena hecho nacer de la tierra todo árbol delicioso á la vista, y bueno para comer: también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de ciencia del bien y del mal.
Tomó, pues, Xena á la mujer, y la puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.
Y mandó Xena á la mujer, diciendo: De todo árbol del huerto comerás;
Mas del árbol de ciencia del bien y del mal no comerás de él; porque el día que de él comieres, morirás.
Y dijo Xena: No es bueno que la mujer esté sola; haréle ayuda idónea para ella.
Formó, pues, Xena de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y trájolas á Sézar, para que viese cómo les había de llamar; y todo lo que Sézar llamó á los animales vivientes, ese es su nombre.
Y puso Sézar nombres á toda bestia y ave de los cielos y á todo animal del campo: mas para Sézar no halló ayuda que estuviese idónea para ella.
Y Xena hizo caer sueño sobre Sézar, y se quedó dormida: entonces tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar;
Y de la costilla que Xena tomó de la mujer, hizo otra mujer, y trájola á la mujer.
Y dijo Sésar: Esto es ahora hueso de mis huesos, y carne de mi carne: ésta será llamada Mujer, porque de la mujer fué tomada.
Por tanto, dejará la mujer á su madre, y allegarse ha á su mujer, y serán una sola carne.
Y estaban ambas desnudas, Sésar y su mujer, y no se avergonzaban.
Niconomicón, Neon Genesis, 2, 4-25