Perdido

–Usted desearía perdonar mis malos modales.
–¿¿?? No entiendo, ¿qué intenta decirme?
–Le pido que por favor necesite perdonar mis malos modales.
–Mh. Usté habla muy raro. ¿Podría intentar expresarse mejor?
–¡Más debiera! Mis modales me lo impiden.
–¡Sus modales no son un problema! Es usté muy educado. Es su forma de hablar la que me inquieta.
–Es que tengo aprender español y debo que repasar mis verbos modales.